viernes, 23 de octubre de 2020

escribir sobre imágenes

 

… Siempre he estado marcado por mi afán constante de ser un hombre con pensamiento de este siglo en todos los aspectos de la vida que me sean posibles. Por esta razón, siempre busqué y estuve con hombres y grupos que pensaron una nueva sociedad y un nuevo arte visual.

Juan Grela  









Cuento y novela

 

III

En la plaza hay mucha gente; niños turbulentos que pasan gritando, agitados; ancianos que, apartados, conversan sobre los asuntos del pueblo, hablando por lo bajo, suave, sentenciosamente; madres que, llenas de resquemores, miran con sano orgullo hacia el camino por el que aparecerán sus niños; y al final llegan ellas, tímidas ruborosas. Entonces se unen a la ronda; ya no cantan, giran, bailan, saltan, y los abrazos se tornan más vivos y las miradas más apasionadas; exaltación del placer y del amor; ellas están entregadas al amor, al ideal y a la poesía.

Ésa es la imagen de mi vida y mi corazón, de mi alma y mi fin…

Una ronda de amor girando por toda la eternidad.

Agosto de 1877

Odilon Redon (fragmento)


La única distracción era ir al teatro de títeres por la noche. La idea había venido a un escultor con cabeza de rey asirio que se jactaba de haber sido alumno de un maestro de moda, y que en la sociedad que frecuentaba era muy estimado porque tocaba la flauta, lo que por lo demás hacía bastante mal. Estos espectáculos de títeres no mostraban toda la apacible ingenuidad que habría podido esperarse de ellos; a veces el manipulador de los títeres, individuo histérico y propenso a la crisis de epilepsia, mover sus hombrecitos de ojos cretenses, recortados en cartón, comenzaba a soltar tales alaridos que los contramaestres, despertándose sobresaltados, saltaban de la cama y corrían a las sirenas.

Giorgio de Chirico – Hebdómeros (fragmento)  





Diarios y epístolas

 

1 de marzo de 1859. DICCIONARIO

Cuadro. Hcer un cuadro, el arte de dirigirlo desde el bosquejo hasta el acabado. Es una ciencia y un arte a la vez; para llevarlo a cabo de un modo realmente sabio es indispensable una larga experiencia.

El arte es tan extenso que, para llegar a sistematizar ciertos principios que, en el fondo, rigen cada parte del arte, es necesaria toda la vida. Los talentos innatos encuentran instintivamente el medio de llegar a expresar sus ideas; hay en ellos una mezcla de impulsos espontáneos y de tanteos, a través de los cuales la idea sale a la luz con un encanto quizás más peculiar que el que pueda ofrecer la producción de un consumado maestro.

Eugéne Delacroix – El puente de la visión – Antología de los Diarios



A Charles Morice

Atuana, Abril de 1903

Estoy en tierra, pero aún ni vencido. El indio que sonríe en el suplicio, ¿está vencido? Decididamente el salvaje es mejor que nosotros. Te equivocaste un día al decir que hacía mal en echármelas de salvaje. Pues la verdad es que soy un salvaje. Los civilizados presienten, y ese “malgré-moide-sauvage” es lo que sorprende y desconcierta en mis obras, y lo que hace a éstas inimitables. La obra de un hombre es su explicación.

Paul Guaguin (fragmento)





 

El personaje de Melusina apareció en primer lugar en la literatura latina y, después en a literatura vernácula del siglo XII y principio del XIII.  […] la historia de Raimundo, señor del castillo Rousset, quien, a orillas de un río de los alrededore de Aix-en-Provence, se encontró con una joven guapísima y quiso casarse con ella; ella accedió con la condición de que él nunca tratara de verla desnuda. El matrimonio vivió una prosperidad considerable, nacieron numerosos y hermosos hijos, pero una noche pudo más la curiosidad del esposo, quien miró a su esposa por la ventana y lo que vio fue una sirena desnuda que se estaba bañando en una gran tinaja. Melusina escuchó el ruido y desapareció por los aires bajo la forma de un dragón alado, tras lo cual sólo regresaba de noche para contemplar a sus hijos a través de los cristales.

Jacques Le Goff – Hombres y mujeres de la Edad Media






Collage de Marx Ernst

 

Ernst encontraba estas imágenes anticuadas en lugares equivalentes a un mercado de pulgas literario: negocios de libros usados, puestito al lado del Sena, etc. En las novelas, las emplea precisamente en el registro de lo siniestro, como representaciones de lo que una vez le fue familiar, pero que luego se le volvió extraño a causa de la represión moderna. Muchas de las imágenes son literalmente unheimlich (hogares victorianos distanciados en el tiempo y desarticulados en el proceso de del collage). De esta manera, , Ernst asocia lo anticuado históricamente con lo reprimido psíquicamente al nivel mismo de la representación, específicamente de las representaciones residuales de la época de la infancia de los surrealistas, es decir, de la época de la infancia de los surrealistas, es decir de la época freudiana del descubrimiento de la sexualidad y el inconsciente.

Hal Foster. Belleza Compulsiva










viernes, 16 de octubre de 2020

la vida descalzo

 

La playa, como el desierto, es un espacio desnudo, y es ese despojamiento radical –antes que un mayor o menor índice de primitivismo o de naturaleza- lo que la distingue de la selva u otros emblemas canónicos de la virginidad. La diferencia no es tanto natural como estética, o incluso de significación; que la playa –es decir, esencialmente, un territorio compuesto por mar, costa, arena- sea minimalista no significa que sea muda, ni siquiera que sea lacónica: la playa murmura y habla



Flush

 

“La tarde era abrasadora. La vieja mendiga de la esquina se había quedado dormida sobre la cesta de los melones. El sol parecía estar zumbando en el cielo. Flush tomó el camino -tan conocido para él- del mercado, trotando a lo largo de los muros, que le daban sombra. La plaza estaba animadísima con los toldos, los tenderetes y la policromía de las sombrillas. Las vendedoras, junto a las canastas de frutas; las palomas, revoloteando, el repique de las campanas; los látigos que restallaban… Los perros mestizos florentinos -con su variedad e colores- corrían en todas direcciones, husmeándolo todo. Bullicio de colmena y calor de horno. Flush buscaba la sombra”.




poemas animales

 

        LOS CABALLOS

        Subí a través del bosque en la hora oscura antes del alba.
        Un aire amenazante, una quietud de hielo; 

        ni una hoja, ni un pájaro:
        un mundo hecho de escarcha. Llegué a lo alto del bosque 

        donde creaba al respirar figuras retorcidas en la luz de hierro.
        Pero drenaban ya la oscuridad los valles 

        y luego –ennegreciendo los vestigios grises– en la linde
        del claro se abrió el cielo.
Y vi entonces los caballos. 

        Enormes en la espesa niebla –diez en total–
        quietos como menhires. Respiraban inmóviles, 

        sus crines lacias, sus precisos cascos angulados,
        sin hacer ningún ruido. 

        Pasé a su lado. Ninguno resopló ni giró la cabeza.
        Fragmentos grises, silenciosos 

        de un silencioso mundo gris. 
        Y arriba en la ladera me detuve a escuchar el vacío.

        Y el lamento de un pájaro mostró su filo en el silencio. 
        De a poco era posible percibir detalles. Luego

        brotó naranja, rojo el rojo sol 
        en silencio, y rompiendo desde el centro una rasgada nube,

        sacudió el fondo abierto, hizo ver el azul 
        y los grandes planetas suspendidos.

        Yo volví, 
        tropezando en la fiebre de mi sueño, hacia el bosque

        desde las cimas encendidas, 
        a donde estaban los caballos. Ahí seguían,

        ahora humeando y brillantes en la luz, 
        sus lacias crines pétreas, sus cascos delicados

        conmoviéndose en el deshielo mientras todo alrededor 
        fulguraba en los fuegos de la escarcha. Pero seguían en silencio.

        Ninguno hizo un sonido, 
        con sus cabezas suspendidas, sin apuro, igual que el horizonte,

        muy arriba del valle, bajo los altos rayos rojos. 
        En las calles ruidosas, a través de los años, las personas,

        ojalá pueda siempre recordar este sitio solitario 
        entre los rayos y las nubes rojas, donde escuché los pájaros,
        donde escuché durar los horizontes.

 


 

Pájaros

 

Todo ser alado es un símbolo de espiritualización, ya para los egipcios. La tradición hindú dice que los pájaros representan los estados superiores del ser. En un texto de las Unpanishads se lee: “Dos pájaros, compañeros inseparablemente unidos, residen en un mismo árbol; el primero come de su fruto, el segundo mira sin comer. El primero de estos pájaros es jivatma. El segundo es Atma, puro conocimiento, libre e incondicionado y, si se hallan inseparablemente unidos, es que éste no se distingue del otro sino de modo ilusorio”. Esta significación del pájaro como alma es muy frecuente en todos los folklores.




Pájaros 2

 https://www.youtube.com/watch?v=V4f_1_r80RY&feature=youtu.be&ab_channel=NationalGeographic



Entre dos pájaros

 

Entre dos pájaros

 

Hay una paloma llorona que me pone mal.

No voy a venir más entonce a esta plaza.

¿Pero qué hice yo para que me envíe

tales mensajes? Nada hice

más que haber amado dulcemente.

¿O habré olvidado a alguien que no merecía

olvido

Y la ave me acusa de ingratitud?

La paloma no explica, sólo gime.

 

Mejor es tomo asiento nel fondo mi casa

donde un pájaro ensaya canciones alegres.

Es un benteveo y dice bien te veo

te veo y repite que me ve bien. Mejor así,

que me vea bien y felicite

al aire que respiro.

 

Y como acecha siempre la famosa paloma

no voy más a esa plaza. Más bien al benteveo

en el propio aquí un árbol de mi casa lo escucho

complacido

porque no castiga culpabilidades.




Pájaros

https://www.youtube.com/watch?v=8ZQ4VmicDeM&feature=youtu.be&ab_channel=JMonaco


 

La inteligencia de las Flores

V

 

No es solamente en la semilla o en la flor, sino en la planta entera, tallo, hojas y raíces, donde se descubre, si quiere uno inclinarse un instante sobre humilde trabajo, numerosas huellas de una inteligencia perspicaz. Recordad los magníficos esfuerzos hacia la luz de las ramas contrariadas, o la ingeniosa y valiente lucha de los árboles en peligro. Yo no olvidaré nunca el admirable ejemplo de heroísmo que me daba el otro día, en Provenza, en las agrestes y deliciosas gargantas del Lobo, embalsamadas de violetas, un enorme laurel centenario. Se leía fácilmente en su tronco atormentado y por decirlo así convulsivo todo el drama de su vida tenaz y difícil. Un pájaro o el viento, dueño de los destinos, había llevado la semilla al flanco de una roca que caía perpendicularmente como una cortina de hierro; y el torrente, inaccesible y solitario, entre las piedras ardientes, estériles. Desde las primeras horas, había enviado las ciegas raíces a la larga y penosa busca del agua precaria del humus. Pero eso no era más el cuidado hereditario de una especie que conoce la aridez del Mediodía. El joven tronco tenía que resolver un problema mucho más grave y más inesperado: partía de un modo vertical, de modo que su cima, en vez de subir hacía el cielo, se inclinaba sobre el abismo. Había sido pues necesario, a pesar del crecimiento peso de las ramas, corregir el primer impulso, acodillar, tenazmente, ras con ras de la boca, el tronco desconcertado, y mantener así –como un nadador que echa atrás la cabeza-, con una voluntad, una tensión y una contracción incesante, derecha y erguida en el aire, la pesada y frondosa corona de hojas.    


 

Los tres manzanos

 






W,B. Yeats

En el jardín de los sauces

En el jardín de los sauces

Nos encontramos mi amor y yo;

Por ese jardín caminaba ella

Con sus piecitos como la nieve.

 

Me ofreció amor sencillo

como el crecer de las hojas

en el árbol, pero ya era joven

y tonto, y no la quise oír.

 

Nos paramos los dos enfrente

del río, y ella apoyó

sobre mis hombros encogidos

su mano blanca como la nieve.

 

Vida sencilla me ofreció

como el crecer de la hierba

en la vertiente, pero era yo

joven, tonto, y ahora lo lloro.   



Naturaleza Modena

 

Es con alegría pero también con remordimiento, que recuerdo mi primer jardín en Hordle. Estaba conformado por varias macetas pequeñas que ocupaban un espacio en unos 12 pies por 8, delimitado en torno al perímetro sur del jardín de la vieja cocina, que nos había dado como tarea. Cada verano en el día de los Discursos, se elegían los mejores.

Mi jardín era un asunto sencillo, en el que plantaba en filas rectas distintas anuales para cultivarlas con ostentosa perfección: aliso, agerato, aciano, cestillo de plata, lobelia, arañuela y nemesia… Este jardín me servía de modelo para mi libro de dibujos, y si el destino hubiere resultado distinto, estoy segura de que hoy sería un jardinero profesional, y no un entusiasta amateur.



Lenguaje Cinegético

 

1

Desde acá se ve todo aquello:

de día los árboles

de noche las luces al borde del río.

A cierta altura el mundo

es algo que está afuera

y no parece

girar ni morir

tal vez apenas cana canciones,

de tan lejanas, imposibles.

A cierta altura

-muy por sobre el nivel del mar-

Se puede mirar

A los hombres dormir.

 

2

Hay un pájaro comiendo tierra

Hace rato no habla

Parece disimular.

Cuando los otros miren

y se relaman

Él se hará como que teme

Como que nos lo ve.

Si se acercan

recién ahí

batirá con desparramo

las alas y la garganta.

 

 

3

Un viento manso

le desprendió de a poco

algunas partes del cuerpo.

Sin escándalo

más bien como esas flores

que soplan los niños,

o una burbuja de jabón

que el sol esfuma

antes de explotar.

 

4

Con un nudo de ramas secas

de pasto duro

cruzó la panza del aire.

Como quien ata

un cuerpo blando

tiró la rienda.

 

 

 


El Jardín - Atak







 

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  … Siempre he estado marcado por mi afán constante de ser un hombre con pensamiento de este siglo en todos los aspectos de la vida que me s...