Por pensarte tanto, Sin Nombre,
me vino la ilusión.
La misma ilusión
De la yegua que bebe agua
pensando que bebe la luna.
Por pensarte, me acuesto en los
abrevaderos
Y creo brillar y estar atada
Al fulgor del costado de un negro
caballo de cien lunas.
Por soñarte, Sin nombre, no tengo
nada
Pero veo en mí el oro y el mundo.
Por amarte, poseída por huesos y
abismos
Creo tener carne y vagabundear
Alrededor de tus cimas. Por nunca
tocarte
Tocando a los otros
Creo tener manos, creo tener boca
Cuando sólo tengo patas y hocico
Por mucho desear altura y
eternidad
Me viene la fantasía de que
Existo y Soy
Cuando no soy nada: yegua fantasmagórica
Que bebe la luna en el agua.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario