Brueghel: una
alegoría
convención descriptiva, la caridad
expuesta como una mujer
de cuya mano pende
el propio corazón,
y en contraste
con la envidia que se arranca
el corazón para devorarlo,
y la caridad sin caridad, dura
maniobra donde tantas veces el alma
nos deja ser perros asesinos
de perros, husmeadores de mendigos.
Consuelo
(consuelo en la superficie,
advertencia debajo),
signado por pájaros que cantan
sin derramar notas,
en el acto de alimentar a sus hijos
con sangre del corazón,
pelícanos
emblema del altruismo
del imperativo de asistir
al enfermo, al desnudo,
cobijar al peregrino, alentar
los andrajosos siervos de la ilusión
de que si en otra vida fuimos
en caridad abundantes
a ésta renacemos prósperos
Y lo s notorios voceros
de sufrimiento, disciplina, pobreza,
el látigo de múltiples colas,
la gastada escudilla,
próximos y
lejanos
cerca o lejos, cambiante disposición,
ya que el reclamo, corolario,
de ese discurso es sugerir
que el dibujo subraye el perpetuo
amor de la misericordia sea ubicuo.
¡como si el ducho Viejo
de buena fe hubiera creído posible
elevarnos, reformarnos con las
sustitutivas
emociones de una alegoría, innocuo
desfile!
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